COLECCION "TAO TE CHING" (1ra Entrega)
Queridos suscriptores,
Con gran alegría les anunciamos el inicio de una nueva colección en nuestro blog: Las Enseñanzas del Tao Te Ching. Semana a semana, iremos compartiendo y analizando juntos esta obra milenaria, un tesoro de sabiduría que nos invita a conectar con el arte de fluir, vivir en armonía y comprender la esencia de la existencia.
El Tao Te Ching, atribuido al sabio Lao-Tse, es un texto profundo y poético que ha inspirado a generaciones. Sus enseñanzas, aunque aparentemente simples, encierran verdades universales que resuenan con filosofías como el Vedanta Advaita, invitándonos a trascender lo superficial y abrazar la unidad de todo lo que es.
Hoy comenzamos con la primera enseñanza, que nos introduce al corazón mismo del Tao:
"El Tao que puede ser expresado con palabras no es el Tao eterno.
El nombre que puede ser pronunciado no es el nombre eterno.
Lo que no tiene nombre es el principio del cielo y la tierra.
Lo que tiene nombre es la madre de todas las cosas.
La permanente ausencia de deseos permite contemplar el gran misterio.
La constante presencia de deseos permite contemplar sus manifestaciones.
Ambos estados tienen un origen común y con nombres diferentes aluden a una misma realidad.
El infinito insondable es la puerta de todos los misterios."
Este pasaje nos invita a reflexionar sobre la naturaleza inefable del Tao, aquello que está más allá de las palabras y los conceptos. Nos recuerda que el verdadero entendimiento surge cuando trascendemos los deseos y las limitaciones de la mente, permitiéndonos contemplar el misterio de la existencia.
En las próximas semanas, profundizaremos en cada enseñanza, explorando cómo podemos aplicar estas ideas a nuestra vida cotidiana, encontrando paz, claridad y conexión con lo esencial.
Gracias infinitas por ser parte de esta comunidad y acompañarnos en este viaje de descubrimiento.
Publicar un comentario